INICIAMOS EN ESTE APARTADO LA OPORTUNIDAD DE PREGUNTAS SOBRE LOS CURSOS O TEMAS DE NUESTRA FE

PREGUNTAS RESPUESTAS
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Hola amigos, os escribo desde Murcia. He contactado con vuestra Web y me ha gustado la sencillez con que explicáis la Biblia, me encanta. Aprovechando la oferta de preguntar, quiero usar ese buzón de preguntas y quisiera saber qué significa eso de la NUEVA EVANGELIZACIÓN que últimamente se escucha mucho. ¿Es que hay un temario nuevo para homilías ó catequesis? ¿Cuál es lo nuevo?. Muchas gracias por adelantado. (A.)


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Querido amigo, gracias por tu confianza, con gusto contestamos a tu pregunta, que por cierto inaugura el buzón y además nos parece interesante para todos.

Lo primero es decirte que el tema no es nuevo propiamente, ya que hay antecedentes, pues siempre ha buscado la Iglesia llegar con el mensaje de salvación (eso es evangelizar) a los hombres y mujeres de cada época. El Concilio Vaticano II buscaba eso precisamente, y Juan XXIII que fue el Papa que lo convocó decía allá por los años 60 en la “Humanae Salutis”

"Lo que se exige hoy a la Iglesia es que infunda en las venas de la humanidad actual la virtud perenne, vital y divina del evangelio."

Nada menos, y así por este orden; hacer circular por las venas de la Iglesia y de la sociedad la sabia del evangelio.

En 1975 Pablo VI y en su encíclica “Evangelii Nuntiandi” decía que esto de evangelizar era, la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda.

Desde entonces, y con más intensidad si cabe, la Iglesia ha convertido este tema no solo en primordial, sino en urgente. El Papa Juan Pablo II, por su parte, lo abordó y propuso, con el título de “la nueva evangelización”. Introduciendo la expresión, sin particular énfasis durante su viaje apostólico a Polonia en 1979 y que fue utilizada posteriormente por él mismo en su Magisterio, convertida ya en categoría común, en muchos de sus mensajes y documentos.

También el Papa actual Benedicto XVI recurre a ella, y recientemente convocó la XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos que tuvo lugar del 7 al 28 de Octubre del pasado año, sobre el tema “la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, presentando el tema como el objetivo primordial para toda la Iglesia.

Esta es la razón por la cual oímos reiteradamente esta expresión en ámbitos eclesiales.

Se trata sin más de seguir las huellas, tonos y contenidos del primer evangelizador, y el mismo Evangelio de Dios, Jesucristo.

A mí me gusta decir, que es un cuerpo a cuerpo, que no es teorizar, sino “mojarse”, es bajar al ruedo de nuestra existencia, y en relación con nuestros semejantes, hablar de Dios, de tú a tú con la gente, y obrar como lo haría el propio Jesús.

Pero claro eso no es fácil, una cosa es creer nuestro Credo cristiano y otra es conocer, por experiencia, a Cristo. Quien no tiene experiencia de Cristo no es un creyente en profundidad.

La fe es más que un mero conocer teórico, y esto es bueno recordarlo en este año dedicado a la FE precisamente. El teólogo canadiense Bernard Lónergan ha subrayado que creer es estar enamorado de Dios y manifestarlo, y expresiones de este tipo, encontramos en los grandes místicos de la historia, un Francisco de Asís, una Teresa de Jesús o un Ignacio de Loyola que encuentran en la imitación más perfecta de Cristo su máxima aspiración.

Tal vez ilustre una anécdota sobre el sacerdote y el actor:

Cuentan que al final de una cena en un castillo inglés, un famoso actor de teatro entretenía a los huéspedes declamando textos de Shakespeare. Después de acabar la actuación programada, se ofreció a que le pidieran una última escena. Un tímido sacerdote preguntó al actor si conocía el Salmo 22. El actor respondió:

Si lo conozco, pero estoy dispuesto a recitarlo solo con una condición: que después lo recite usted.

El sacerdote se sintió incomodo, pero accedió. El actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta:

"El Señor es mi pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace recostar, me lleva a frescas aguas…", etcétera, al final, los huéspedes aplaudieron vivamente.

Llegó el turno al sacerdote, que se levantó y recitó las mismas palabras del Salmo. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, solo un profundo silencio y el inicio de lágrimas en algún rostro. El actor se mantuvo en silencio unos instantes, después se levantó y dijo:

"Señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha sucedido esta noche: yo conozco el Salmo, pero este hombre conoce al Pastor".

Este bello relato es de un librito titulado “Dios expone parábolas a los hombres” y como ves no tiene desperdicio. En él vemos una fe que va más allá de la proclamación de un Credo. Es una fe amorosa. Es una fe grande en Cristo.

Es la auténtica fe, la fe de tantas almas sencillas y anónimas de todos los tiempos, también del nuestro.

Por eso, cuanto más sencillos y más imitadores de Cristo, mejores evangelizadores. De eso se trata, eso es lo que llega. Ahora entendemos las palabras de nuestro papa actual cuando dice que “Hemos de ser testigos” .

Esperamos querido amigo haber respondido a tu duda, quedamos siempre a tu disposición para cualquier aclaración, que precises.

(2)

Queridos amigos de Fe católica:

He seguido en detalle alguna de sus conferencias. D. Adolfo, al principio pensé que era un sacerdote de paisano, pero luego fui a su Web y me enteré con más detalle, de su asociación. He visto que tenían una especie de buzón de consultas. Hablando con mi amiga Julieta que es inglesa de las últimas noticias aparecidas en las redes y en prensa de las obispas anglicanas, con lo que no estaba de acuerdo yo le dije que había oído algo acerca de la admisión de anglicanos en la Iglesia católica, nos surgían varias dudas y preguntas, y esta es la razón de escribirles.

¿Cómo pueden ser católicos y anglicanos a la vez? ¿Qué es eso de los ordinariatos? Pues parece que ahí está la explicación ¿Es como las prelaturas? Pues ese es el ejemplo que ponen para que se entienda, pero ni Julieta ni yo lo entendemos.

Muchas gracias por adelantado.

Loli

(2)

Hola Loli y Julieta, muchas gracias por escucharnos pero sobre todo por vuestro interés, por esta realidad, de enorme gozo creo yo, para nuestro Señor en primer lugar, que anhela “un solo rebaño y un solo pastor”, y obviamente para los que como nosotros, les interpela la unidad de todos los cristianos.

Vamos con la respuesta, que precisa un pequeño preámbulo histórico.

El termino anglicano significa en principio simplemente ingles, (hablamos del mundo anglosajón por ejemplo) decir por tanto iglesia anglicana sería en principio decir iglesia inglesa o de Inglaterra. ¿Pero donde está su origen? Esto supongo que es de conocimiento público, pero lo recordamos.

Data de los decretos:

Estatuto Restrictivo de Apelaciones de 1533 y del Estatuto de Supremacía de 1534, promulgados por Enrique VIII que surgen de su voluntad, por no acceder Roma a sus pretensiones. Fue simplemente, declarar que la Corona de Inglaterra era «la única cabeza suprema en la tierra de la Iglesia de Inglaterra, llamada Ecclesia Anglicana», y que el Obispo de Roma no tenía ninguna «mayor jurisdicción en Inglaterra que cualquier otro obispo extranjero».

Ahora bien, aunque los anglicanos reconocen que el repudio a la autoridad del Papa iniciada por Enrique VIII de Inglaterra condujo a la Iglesia de Inglaterra a existir efectivamente como entidad completamente separada de Roma, también reconocen su continuidad con respecto a la Iglesia medieval Pre Reforma, es decir anterior a Lutero. Digamos que sustancialmente en lo doctrinal difieren en muy pocas cosas.

Por ejemplo aceptan:

La Biblia, o las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamentos, como base de la fe cristiana.

Los Credos Apostólico y Niceno, como resúmenes suficientes de la fe contenida en la Escritura.

Los Sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, como medios indispensables, externos y sensibles (instituidos por Cristo), como medios de la Gracia de Dios, que es interna y espiritual. Esta jerarquización no elimina los otros cinco sacramentos tradicionales (Penitencia, Confirmación, Matrimonio, Ordenación y Unción de los enfermos) que, instituidos por la Iglesia con la autoridad de Cristo, se añaden a los dos primeros.

Los Anglicanos (episcopales) poseen sucesión apostólica ininterrumpida y reconocida por las iglesias ortodoxas y veterocatólicas, y que a la luz de las últimas conversaciones entre la Iglesia Católica Romana y la Anglicana en la ARCIC (Comisión Internacional Anglicana-Católica Romana) se reconocen como validas también por la Iglesia Católica Romana aunque aun no de forma oficial.

Con este sustrato, no es de extrañar que el Espíritu Santo a quienes de buena fe intentan ser así, les invite a la unidad con la Iglesia universal, encabezada por el romano pontífice. Máxime cuando en el seno del anglicanismo aparecen elementos, nada dignos de fiar, (como el de la ordenación episcopal de mujeres, a las que aludís) para quien con corazón sincero, intentan seguir fielmente el mensaje de Jesucristo. Hasta aquí los precedentes, vamos con tu consulta.

¿Qué son los ordinariatos?

Los Ordinariatos en el derecho de la Iglesia, son parte de su estructura jerárquica, es decir jurisdicciones dotadas de un obispo como ordinario propio, un presbiterio, y unos fieles a los que gobierna como pueblo propio. Un claro ejemplo son los Ordinariatos militares, que han sido erigidos en tantos países para proveer al cuidado pastoral de los miembros de las fuerzas armadas, dependientes de ellos en el mundo entero.”  Un “Ordinariato Personal” será por lo tanto parte de la estructura jerárquica de la Iglesia, con un obispo propio, un presbiterio y unos fieles que serán su “portio populi Dei”.(su propio pueblo de Dios).

Ese obispo, ese presbiterio y ese pueblo, tendrán como nota distintiva una disciplina peculiar que deriva del hecho de respetar ciertas prácticas propias de la Iglesia Anglicana, que desde luego no contradicen ni el dogma ni la disciplina de la Iglesia Católica. El comparar los ordinariatos con las prelaturas personales, confunde más que aclara, porque son cosas diferentes. (solo coinciden en el apellido de personales)

En cuanto a las Prelaturas Personales, no son parte de la estructura jerárquica de la Iglesia. No tienen un obispo propio, aunque el prelado esté investido del carácter episcopal, no tienen un presbiterio propio –los sacerdotes que se adhieren a la prelatura son sacerdotes diocesanos- y no tienen pueblo. Los fieles laicos (numerarios, agregados, supernumerarios, cooperadores) pueden cooperar con sus peculiares obras de apostolado, mediante una convención con la Prelatura, pero no los convierte en su pueblo. El ordinario del ordinariato por ejemplo, puede erigir parroquias, como cualquier obispo en su diócesis. El prelado en su prelatura no, porque la prelatura no es una diócesis.

El Papa instituyó la figura de los ordinariatos personales, que serán erigidos en su nombre por la Congregación para la Doctrina de la Fe, después de haber escuchado a la conferencia episcopal de cada país. El Ordinariato previsto en la Anglicanorum coetibus para los fieles anglicanos que desean unirse a la Iglesia católica se creó en enero de 2011, de forma que, para la Pascua, estos grupos hicieron efectiva su unión con Roma. Según el programa presentado por la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, el primer Ordinariato personal se creará en Inglaterra a través de diferentes pasos, que comenzó a primeros de enero y concluyo en Pentecostés, con la admisión al sacerdocio de los ministros anglicanos.

En el proceso como hemos dicho, está implicada la Congregación para la Doctrina de la Fe, que será la que establezca en cada momento, la idoneidad de los candidatos al sacerdocio entre los ministros anglicanos que lo soliciten.

El Ordinario que estará al frente de cada uno de estos ordinariatos será un obispo nombrado por el Papa, y lo gobernará con potestad vicaria, es decir, en nombre del Romano Pontífice, como cualquier obispo de cualquier diócesis, digamos de Alcalá de Henares, de Getafe de Sevilla o de Burgos.

Esta es nuestra respuesta, como ves a grandes rasgos, y confiamos en haber aclarado vuestra duda, pero si deseáis conocer más detalles, no dudéis en volvernos a escribir. Gracias por vuestro interés..

 

(3)

Hola:

Quería consultaros lo que un sarcedote dijo en misa el pasado domingo. Se refirió al profeta Jonás. Dijo que era un Profeta menor, pero luego añadió que no existió, que era una historia, y que no fue real.

Me quedé descontertado y no supe reaccionar.

¿Es verdad?

Gracias.

Un saludo. Vicente.

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Te contesto a tí, Vicente y también al sacerdote:

Madrid, 22 de Enero del 2018

Estimado Padre :

Me refiero a su homilía del pasado domingo en la que comentó la lectura del profeta Jonás. Parece que entró en una contradicción. Admitió que es uno de los profetas menores, para a continuación decir que no existió, que es una historia inventada.

Veo que está al lado de los críticos de este libro, que por querer ser novedosos, critican lo que no les gusta sin demasiados argumentos de peso.

Pues mire Vd., con todos mis respetos, voy a darle otra opinión, entre las que he encontrado, que he visto más razonable y más próxima a la realidad.

Se trata de la publicación en Internet sobre Jonás del “portal, Palabra de Verdad y Cordura” de la que transcribo algunos párrafos:

La más alta evidencia

La más elevada autoridad que nos asegura que Jonás vivió, y tuvo la experiencia registrada en este relato es el Señor Jesucristo. Las palabras que Él  expresó, quien es la Verdad, son  claras e irrecusables. No hay un significado secundario: "porque  como Jonás estuvo tres noches y tres  días en el vientre del pez, así el Hijo del hombre  estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Los hombres de Nínive se levantaran en juicio con  esta generación, y la condenaran, porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he  aquí, uno más grande que Jonás está aquí" (Mt.12:40-41). Nuestro Señor nos dice que hubo un profeta llamado Jonás y que  tuvo la experiencia  relatada en el libro que lleva  su  nombre. Negar esto es equivalente a negar el conocimiento y veracidad de  Dios. Esto es  exactamente lo que hacen los críticos. Ellos  han ido demasiado lejos al decir que  nuestro  bendito Señor conoció mejor de lo que podía  expresar, Él de este modo actuó por causa de la conveniencia, de manera a no entrar en conflicto  con las opiniones  corrientes entre Sus  contemporáneos. Otros osadamente dicen  que Él no sabía,  porque no tuvo acceso a las fuentes que están a nuestra disposición  hoy. En otras palabras los críticos destructivos demandan tener más conocimiento que Aquel que el Señor Jesucristo poseía  en Sus días sobre la  tierra.” 

La cuestión en cuanto a la realidad de la persona de Jonás es respondida por 2 Rey.14:25. En este pasaje lo encontramos mencionado como el profeta que profetizó durante el reino de Jeroboam II.” (Luego, no se puede negar de que existió)

No hay nada en el relato que justificaría a algún critico para que lo acusase de ser una  alegoría.  Si este tiene la forma de  una narración y  todas las  características  literarias de una  experiencia personal. La única razón por la cual los críticos lo han  clasificado con mitos y niegan su autenticidad es el elemento milagroso del libro. Cualquiera que crea en un Dios Omnipotente, un Dios que  hace cosas maravillosas, no  tendrá ninguna dificultad  para aceptar este libro como  una  historia verdadera. También podemos añadir que  todas las fuentes  primitivas judías  confirman la  historicidad literal del libro de Jonás.  Además, el libro es muy simple y completamente  hebreo.”

Podría seguir con otros autores acreditados, en la misma línea, pero creo que estos párrafos son suficientes para esclarecer y admitir la historicidad del libro y del profeta, sobre todo las citas de Mateo. Es Jesucristo mismo el que las toma para su enseñanza.

El Espíritu Santo es Sabio y nos muestra, una vez más, en otros Libros de la Biblia, las aclaraciones a las dudas puntuales, que por nuestra torpeza no sepamos interpretar.

Con afecto, reciba un saludo en Cristo.

M.S.G.